Conocimos a Carlos y Conchi, como a muchas otras parejas, por Skype, ya que la distancia y las agendas no permitían una reunión al uso. Pero al final, cuando hay FILHIN, el formato es secundario. Nada más conocernos supimos que su boda sería especial, y no nos equivocamos.
Por diversos motivos que no vienen a cuento, hemos tardado más de lo que nos hubiera gustado en publicar su reportaje (aunque ellos lo tienen desde hace bastante tiempo :). Esperamos que disfrutéis todos esos momentos de ilusión y felicidad con una sonrisa, al igual que todos los que tuvimos la suerte de vivirlo.