Teníamos muchas ganas de que llegara esta boda, y después de que pasara, estábamos deseando compartir con vosotros el resultado.
Ángela es jovial, con una voz sonriente y una mirada llena de energía. Todo lo que tiene de amable y considerada lo aprendió, sin duda, en su casa, donde nos trataron como a reyes (caña de lomo y jamón incluidos). Una familia excepcional, dicharachera y con una chispa genial. Fue una lástima no tener ocasión de conocer a la familia del novio, aunque por lo poco que pudimos tratar con ellos, nos quedó muy buen sabor de boca.
Juan Ramón, al pronto, parece un turista inglés de paso por Sevilla, pero en realidad es un sevillano de pura cepa. Es un tipo amable, sincero y directo (en esto coinciden, sin fisuras, todos sus amigos), lleno de buenas intenciones y con una alegría contagiosa.
Fue una boda muy relajada, muy agradable, repleta de buenos momentos emotivos y alegres, donde en todo momento nos sentimos más que bien tratados. Ángela, Juan Ramón, os deseamos toda la felicidad del mundo en vuestra nueva etapa. ¡Enhorabuena!
