Según parece, hoy es el Día Internacional de la fotografía. No sabíamos que esta profesión tenía un día, y menos aún que fuera internacional. Siendo sinceros, no somos muy dados a este tipo de celebraciones, que muchas veces se quedan vacías de contenido. Pero nunca es un mal momento para pararse a reflexionar qué es la fotografía, por qué nos dedicamos a ella, qué buscamos en todo este maremágnum de imágenes, de recuerdos, de emociones.
Qué es la fotografía
Intentar definir la fotografía es una tarea demasiado ardua para un ejercicio tan breve, pero sí podemos intentar definir la fotografía en el ámbito profesional, que es nuestro campo. Corren tiempos difíciles para todo el mundo. Es una época en la que muchos intentan salvar los muebles a toda costa, y en muchos casos ni siquiera se puede criticar que lo intenten. A ello nos ha arrastrado esta profunda crisis que, digan lo que digan, no hemos provocado nosotros, los trabajadores, los estudiantes, las amas de casa, en resumen la gente de a pie. Día sí, día también, vemos ofertas de reportajes que son totalmente inconcebibles si se tiene todo en regla. Y claro, ahí está la clave. Ahí está la definición, tan sencilla como infrecuente. Tenerlo todo en regla, aceptar las reglas del juego, ser honesto y tener ética. La definición de profesional se queda muy corta. No basta con cobrar por el trabajo que se realiza. Hay que respetar la profesión. Respetar a los clientes. Respetar a los compañeros. Y respetarse a uno mismo. Muchos compañeros opinan que las parejas que contratan bajo precio saben a lo que se exponen. Pero más de uno y más de diez casos conocidos nos bastan para saber que el conocimiento viene con el arrepentimiento, cuando ya se han perdido los recuerdos de un día irrepetible.
Por qué nos dedicamos a la fotografía
Afortunadamente, hay muchas parejas que buscan un resultado distinto y de calidad, que justifican el esfuerzo sobrehumano que supone estar al día en un campo tan exigente, invertir una fortuna en equipo, reinventarse constantemente y aguantar jornadas de trabajo de 40 o 50 horas para conseguir el reportaje que los haga vibrar de emoción. Estas personas especiales dan sentido a nuestro trabajo y lo hacen tan hermoso que no lo cambiaríamos por ningún otro.
Qué buscamos en la fotografía
En el fondo, cada uno busca sus propias respuestas y se pasa toda la vida ensayando artificios para encontrarlas. La fotografía es un proceso interminable de conocimiento del mundo y de uno mismo. Pero si tenemos que ser concretos, y unificar conceptos (al fin y al cabo somos dos, para lo bueno y para lo malo), nos quedamos con las emociones, simple y llanamente. Buscamos emocionar, ya sea porque la fotografía evoca un recuerdo intenso, o porque sugiere un sentimiento compartido y universal. No todas las fotografías lo consiguen, o al menos no con todo el mundo. Pero lo que importa es que estamos satisfechos con cada fotografía que hemos creado, incluso cuando pasa el tiempo y notamos que nuestro estilo ha cambiado.
Nuevos horizontes
Por supuesto, aprovechamos la ocasión para felicitar a todos nuestros compañeros de profesión y a todos los aficionados que disfrutan y aprenden cada día los secretos de este mágico ámbito. Entre todos podemos devolverle a la fotografía la dignidad que se merece y que nunca debió perder. Tenemos que levantar la vista y divisar nuevos horizontes, llegar uno o dos pasos más lejos y legar algo a las generaciones venideras. No por vanidad ni por instinto de superación, sino como agradecimiento a tantos y tantos maestros, célebres y anónimos, que nos han permitido llegar a donde estamos. Parafraseando a Newton, si hemos logrado ver más lejos, ha sido porque hemos subido a hombros de gigantes.