Una sesión premamá es un tipo de fotografía muy particular. Sobre todo porque uno de los protagonistas está escondido, esperando su momento de salir al mundo, de hablarle a la vida con su propia voz. Además, requiere un entorno calmado, apacible y cómodo para la mamá. Ayer os enseñábamos la primera parte, una sesión premamá en la naturaleza, apartados del ruido urbano, acompañados únicamente por la brisa y los animalillos silvestres. La que traemos hoy es una sesión con más intimidad, realizada en casa y con el otro gran protagonista de esta historia. No se nos ocurre mejor forma de preparar el Día de la Madre, ¿y a vosotros?