Ĺa empatía es tan importante como infrecuente. A la gente le cuesta ponerse en la piel de los demás, a veces porque se olvidan de que es importante, a veces porque les importa un pimiento. Algunos (cada vez más) dicen que debería haber una asignatura obligatoria en las primeras etapas educativas donde se enseñara a ser empático, entre otras cosas. No parece una mala idea que, además de instruirnos en conocimientos, nos enseñaran a manejar nuestras emociones y a tener presente que los demás también las tienen.
Vale, chicos, ¿pero a qué viene todo esto? ¿Por qué es importante para la fotografía de boda?
Permitid que os contemos, antes, una breve historia. Una de cuando empezamos con esto de las bodas. Como muchos ya sabéis, nuestro salto a este mundo vino motivado por la decepción de nuestras propias fotos de boda. Y si bien nos marcamos como objetivo primordial, como porqué, el proporcionar a los novios una experiencia radicalmente distinta y satisfactoria, debemos confesar que se nos olvidó una parte demasiado importante de esta profesión. Estábamos tan fascinados por la estética, por los encuadres, las luces y las posibilidades artísticas que, por un momento, perdimos la perspectiva de la emoción. Por suerte, nos dimos cuenta muy pronto y supimos reaccionar poniendo en el centro de todo nuestro discurso creativo las emociones de las personas. Por eso dedicamos tanto tiempo a conocer a las parejas que nos contratan.
De acuerdo, es una historia interesante, ¿pero por qué es tan importante la empatía para la fotografía de boda?
Nos gusta hablar. No se nota, ¿verdad? Está bien, la empatía es importante para la fotografía de boda no solo porque los fotógrafos necesitamos entender qué sentís las parejas y por qué. Lo es también, y muy especialmente, para que a las parejas no se os olvide que nosotros también somos personas, que tenemos sentimientos y que los necesitamos para realizar nuestro trabajo con plenitud. Un trabajo mecánico se desempeña, más o menos bien, aunque uno esté destrozado por dentro. Un trabajo artístico no. Es necesario que exista buena química entre ambas partes, que haya mucha comunicación y mucho respeto. Está bien ser divertido, y en algunos momentos del reportaje incluso un poco gamberro, pero sin perder nunca el foco.
Por ese motivo, es muy difícil que funcionen situaciones como que el día de la boda se presente un fotógrafo que jamás ha tratado con los novios. Por ese motivo, hay que hablar mucho, conocerse bien y tener confianza. Y por ese motivo, tanto los fotógrafos como los novios debemos crear una atmósfera agradable donde todo fluya. Es un trabajo de equipo en el que estamos todos a una.
Si te ha gustado este post y estás buscando a unos fotógrafos de boda con los que puedas empatizar, que se preocupen por tus emociones tanto como por tu imagen, avísanos. Recuerda que somos fotógrafos de boda en Sevilla, España o en cualquier otro lugar del mundo.