Hoy vamos a contaros por qué somos diferentes (o al menos de qué manera intentamos serlo). Es frecuente reducir la labor del fotógrafo a sus fotografías, pero realmente hay mucho más detrás de ellas. Hay toda una manera de entenderla y de llevarla a cabo, tanto en la propia realización artística como en el plano empresarial más pragmático, que se traduce, sobre todo, en cómo se trata con los clientes. Esperamos, con estas breves líneas, ayudaros a decidir si queréis que seamos vuestros fotógrafos. En otras palabras, así somos:
Cada cliente cuenta como el que más, sin distinciones. Tenemos un cupo de trabajos que nos permite proporcionaros una cuidada atención en todo momento. Queremos que os sintáis especiales, y no como mérito propio, sino porque realmente lo sois y os merecéis que os lo recuerden.
Somos sencillos… muy sencillos. No nos gusta la fotografía recargada. Creemos que la belleza no necesita adornos, y las emociones que nos ofrecéis son elocuentes por sí mismas.
Tenemos apertura de miras. Aunque nos caracteriza un marcado estilo artístico, nos gusta innovar, probar con nuevos retos, evolucionar. Esto nos permite estar siempre al día sin caer en modas pasajeras.
Nos guía el perfeccionismo. Esto nos obliga a dedicar mucho más tiempo a cada fotografía. Pero el resultado compensa, y vuestras sonrisas de satisfacción, ¡mucho más!
Captamos el más mínimo detalle sin resultar molestos. Intentamos pasar desapercibidos, ser sombras que están sin ser vistas. Los protagonistas del día sois vosotros; nuestro trabajo, entre otras cosas, consiste en hacer que eso sea posible.
No concebimos la fotografía sin emotividad. Nos apasiona fotografiar y queremos que eso se refleje en todas nuestras tomas. Incluso en la fotografía arquitectónica pueden hallarse emociones, por ejemplo en la nostalgia que arroja un eficio solitario. Por eso intentamos compenetrarnos con vosotros antes de ponernos detrás del objetivo.
Somos frescos y divertidos sin llegar a perder nunca una escrupulosa profesionalidad.
No pretendemos ser baratos porque eso equivale a una reducción de calidad o del nivel de atención a nuestros clientes. Sin embargo, nuestra experiencia empresarial nos permite ofreceros paquetes ajustados a casi cualquier bolsillo, algo importante tanto para vosotros como para nosotros en los tiempos que corren.
Nos ponemos en vuestro lugar sin renunciar a nuestro estilo. Para concebir vuestro reportaje, tratamos de averiguar qué os gusta y qué os disgusta para dar en el clavo. Pero para que nuestro trabajo sea posible, tenemos que identificarnos con la idea, sentirla profundamente y desearla para nosotros. Es evidente que no podemos hacer algo que no nos convenza o que se salga de nuestro estilo habitual. Aparentemente, esto puede ser negativo para nosotros porque nos resta clientes, pero a la larga es muy beneficioso porque podemos sintonizar realmente con vosotros, que es lo que perseguimos.
De todas formas, podemos concertar una cita y conocernos personalmente: eso vale más que cualquier explicación que podamos daros.