Muchos de vosotros lo solicitáis, algunos conscientes de lo que entraña esta corriente, otros porque simplemente buscáis un estilo diferente, fresco y natural. El fotoperiodismo de boda consiste en eso: captar la esencia de ese día mágico sin alterarlo, sin forzar poses, sin construir un esquema preconcebido y un recorrido por el que pasan, de manera monótona, una pareja tras otra. El resultado es un reportaje vivo y distinto para cada pareja, que huye de convencionalismos y de paisajes manidos por el uso.
Un reportaje enfocado de esta manera puede convertir un lugar tan típico y visitado como la Plaza de España de Sevilla en algo totalmente distinto, en gran medida gracias a que se centra en captar vuestras emociones y no una estética cuestionable. Como vuestras emociones son únicas e irrepetibles, las imágenes obtenidas, en consecuencia, también lo son. A nadie (y menos a unos novios) le gusta tener una postal idéntica a la de otras decenas de personas. Se busca la originalidad y la personalidad, algo que sólo se consigue aportando libertad a la fotografía.
Pero aún hay más. No son pocas las parejas que se quejan de la rigidez de muchos fotógrafos tradicionales, que prácticamente fuerzan las tomas, ya sea por falta de ideas o por limitaciones técnicas. Esto provoca una evidente incomodidad en el ambiente, que se traduce en fotografías artificiales y menos alegres.
Algo que cada vez nos pedís más, y que no deja de resultarnos curioso, es que queréis estar con vuestros invitados, como si nuestra intención fuera secuestraros durante el paseo. A nosotros nos encanta que el reportaje sea lo que tenéis en mente, por lo que os animamos a innovar. En este sentido, si queréis cambiar el típico paseo de exteriores por los canapés en compañía de vuestros familiares y amigos, ¡adelante! Si cabe, las escenas son aún más entrañables porque os olvidáis totalmente de la cámara.
El fotoperiodismo de boda tiene otra gran virtud, y es que esa relajación que transmite a las parejas sirve para estimular vuestra creatividad, siendo vosotros mismos los que aportáis una chispa adicional de humor, ternura y espontaneidad que elevan el nivel artístico como ningún otro elemento.
A estas alturas, huelga decir que nosotros hacemos fotoperiodismo de boda :).